miércoles, 12 de febrero de 2014

La educación artística y musical

El arte es propio de lo humano, en sus múltiples aspectos, al hacerlo, al percibirlo, al gozarlo, al entenderlo. Es el medio por el cual las personas pueden expresar y comunicar diferentes aspectos de una realidad muchas veces incomprensible. Aspecto central de la vida de los hombres, ocupa un logar de privilegio en la experiencia que todos tenemos de nuestra propia cultura. Elliot afirma que las obras de arte en sus diversas expresiones son... "esencialmente artísticas y sociales, juegan un papel importante para establecer, definir, delinear y preservar un sentido de comunidad e identidad dentro de los grupos sociales", sentido de comunidad e identidad que la escuela contribuye a formar.

La actividad musical en el ser humano ha sido estudiada desde diversas especialidades científicas. Los avances y los descubrimientos en los campos de la antropología, la biología, la medicina y la psicología no han hecho sino corroborar y ampliar el conocimiento sobre la existencia de actitudes y aptitudes estrictamente humanas hacia el sonido; lo mismo si este sonido es producido por el propio individuo, como si se recibe del entorno. La música es un fenómeno innato en el ser humano: está presente de forma espontánea en las primeras manifestaciones sonoras de los niños y acompaña a la humanidad en un gran número de acontecimientos de su ciclo vital.


La importancia de asegurar una educación musical se perfila, en determinados contextos, como una necesidad indiscutible que debe asegurarse a toda la población.En definitiva, si consideramos la música como un elemento educativo que incide en el desarrollo de determinadas capacidades físicas y psíquicas del individuo, que lo enriquece y le suministra instrumentos para su realización como ser humano en un contexto social y cultural concreto, la escuela debe asumir el reto de integrarla plenamente en el currículum.


Intento en este punto, hacer una referencia al entorno sonoro en el que viven inmersos los niños de nuestra sociedad. Una sociedad en que la música es utilizada con una intencionalidad claramente mercantilista por los medios de comunicación de masas. El contacto, a veces permanente, con determinadas formas de música, perdidos casi completamente los mecanismos más tradicionales de transmisión (la familia, el juego, las celebraciones riituales de la comunidad, etc) transforman a los individuos en consumidares pasivos de música, sin raíces propias ni distintivas que les ayuden a identificarse con un colectivo, que les impiden ser conocedores de la propia identidad y, al mismo tiempo, ser conscientes de la diversidad y respetuosos de la diferencia.



la pregunta ¿qué música enseñar, hacer escuchar, hacer sonar? no
tiene una única respuesta, pero ciertamente no se puede basar en una
práctica superficial del multiculturalismo que no proponga una guía 
ni una llave de apropiación.


El educador musical debe, por tanto, conocer el valor que la música adquiere en el contexto social en el  que desenvuelve su labor, contexto que ha desarrollado formas particulares de expresión musical que están íntimamente relacionadas con costumbres y creencias y que, en muchas ocasiones, están también íntimamente relacionadas con un sistema de jerarquía social (el que ejecuta un instrumento o canta, se recorta del resto).

Por eso apuesto a una educación artística que rescate cuanto de artistas tengan nuestros niños. Poniendo a los alumnos como ejes y protagonistas del proceso educativo. Ya que la educación formal, en la mayoría de los casos, no fomenta la capacidad de crear en los alumnos y enfatiza la adquisición de informaciones más que el desafío de la búsqueda de respuestas originales. Todos somos potencialmente musicales, como todos somos potencialmente seres capaces de adquirir el lenguaje; pero eso no significa que el desarrollo musical pueda darse sin estimulación y sin nutrición, al igual que ocurre con la adquisición del lenguaje.

Les dejo estas definiciones de educación musical para reflexionar:

"La educación musical tiene una función individual: sensibilizar y desarrollar integralmente al educando y capacitarlo para hacer posible su acceso al conocimiento y placer de la música. Pero, al mismo tiempo, como todos los procesos educativos, la educación musical posee una función social, vinculada a sus potencialidades como instrumento para el cambio y la transformación social"
Violeta Hemsy de Gainza

"El papel de la educación musical en la primera infancia está bien definido: debe conservar y desarrollar las respuestas naturales del niño ante los valores estéticos. La estructura de la disciplina musical es el marco dentro del cual deben planearse los objetivos del aprendizaje, comenzando por los niños más pequeños. Consiste en dos clases de conceptos:

a)Conceptos musicales
b) Conceptos acerca de la música con repertorio y prácticas
como medios para establecer y desarrollar los conceptos"
Aronoff Webber



lunes, 10 de febrero de 2014

Canción de uno mismo

Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito.

Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás. Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le cantan su canción. Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción.


Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición.


En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladoes cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.


La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros.


Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sentís culpable y tu propósito cuando estás confundido.


Tolba Phanem, militante por la Defensa de los Derechos Humanos.

viernes, 7 de febrero de 2014

Los conocimientos aplicados a la interpretación

Nos encontramos en la era de la información. Grandes cantidades de datos de rápido y fácil acceso nos rodean, sobretodo en inglés y a partir de las las herramientas tecnológicas de las que disponemos. Toda esta magnitud parece inabarcable en muchas ocasiones y nos impide ver algunos problemas graves que sufre en general la información:

  • Disponemos de una gran abundancia pero, ¿es de calidad?.

La realidad nos muestra que las generalidades abundan, pero no el rigor y la concreción.
Los músicos en este sentido tenemos dificultades cuando queremos investigar cuestiones interpretativas, generalmente relacionadas con alguna obra a tocar.
Una obra es una compleja red de estratos superpuestos e interrelacionados que debemos entender para poder dar un sentido interpretativo coherente. En este sentido, conocer una obra es conocer:

el lenguaje musical: todos los símbolos escritos en la partitura

su contexto histórico, social, filosófico, artístico, etc

su compositor; su vida, sus características personales y de la manera en que se reflejan en su obra general y en la obra concreta que nos ocupa

la obra en sí; sus características estructurales, melódicas, armónicas, etc.

la técnica a aplicar en ella; la coherencia con su estética - momento histórico.

el instrumento: su funcionamiento, su técnica general y específica aplicada a un fragmento musical concreto 

También significa conocernos:

a nivel emocional/psicológico: conocer cómo y porqué elegimos e interpretamos todos los puntos anteriores y los tomamos como base creativa para una interpretación personal y de calidad. Aprendemos la manera de unir las emociones a factores estructurales, armónicos, de fraseo, etc. La música entonces no se muestra como un arte oscuro ya que el conocimiento del texto musical, de sus convenciones y particularidades nos permite interpretarlo correctamente.

a nivel corporal: se trata de desarrollar la consciencia de nuestro propio cuerpo, de los movimientos, de nuestra energía.



Aunque pueda parecer excesivamente complejo, la mayoría de los puntos son tratados desde el comienzo de los estudios musicales y de manera individualizada. Los profesores los adaptamos a:

la edad del alumno

sus capacidades

sus conocimientos previos

sus intereses

el tiempo de estudio que pueden dedicar

La información es selectiva

Encontramos algunos temas repetidos hasta la saciedad (lease compositores y obras concretras) y otros de los que apenas existe información. ¿Somos la sociedad del conocimiento o del interés y la popularidad?.

Se puede imaginar que conformarse una idea ajustada de todos los temas anteriores es ya de por sí complejo, pero encontrar los materiales específicos para ello resulta económicamente costoso y difícil; se convierte en una labor más de investigación que podríamos añadir a la lista.

Podemos concluir que cuando enseñamos a interpretar estamos enseñando un arte, no una ciencia. Nos encontramos inmersos en una alta subjetividad a la que proporcionamos coherencia y valor artístico basandonos en el conocimiento. Y si este conocimiento se muestra difícilmente accesible y normalmente incompleto, podemos imaginar que las personas que no dediquen mucho tiempo, esfuerzo y recursos no podrán llegar a emprender el camino de un conocimiento realmente fundamentado y personal.